Una definición del concepto de "Satisfacción del cliente" es
posible encontrarla en la norma ISO
9000:2005 "Sistemas de gestión de la calidad — Fundamentos y
vocabulario", que la define como la "percepción del cliente sobre
el grado en que se han cumplido sus requisitos", aclarando además un
aspecto muy importante sobre las quejas
de los clientes: su existencia
es un claro indicador de una baja
satisfacción, pero su ausencia
no implica necesariamente una elevada satisfacción del cliente, ya que también
podría estar indicando que son inadecuados los métodos de comunicación entre el
cliente y la empresa, o que las quejas se realizan pero no se registran
adecuadamente, o que el cliente insatisfecho, en silencio, cambia de proveedor.
También resulta aceptable definir a la satisfacción del cliente como el
resultado de la comparación que de
forma inevitable se realiza entre las expectativas
previas del cliente puestas en los productos y/o servicios y en los
procesos e imagen de la empresa, con respecto al valor percibido al finalizar la relación comercial.
Al considerar seriamente cualquiera de las
dos definiciones, surge con nitidez la importancia
fundamental que tiene para una organización conocer la opinión de sus
clientes, lo que le permitirá posteriormente establecer acciones de mejora en
la organización.
El Valor
Percibido
En resumen, puede definirse rápidamente el
grado de satisfacción del cliente mediante la siguiente ecuación:
Valor Percibido - Expectativas = Grado de Satisfacción
El Valor
Percibido es aquel valor que el cliente considera haber obtenido a través del desempeño
del producto o servicio que adquirió. Los aspectos más relevantes del Valor Percibido son los siguientes:
- Los determina el cliente, no la empresa.
- Se basa en los resultados que el cliente obtiene con el producto o servicio.
- Se sustenta en las percepciones del cliente, y no
necesariamente en la realidad.
- Sufre el impacto de las opiniones de otras personas que
influyen en el cliente.
- Depende del estado de ánimo del cliente y de sus razonamientos.
Dada su complejidad, el Valor Percibido puede ser determinado luego de una exhaustiva
investigación que comienza y termina en el cliente.
Las Expectativas,
en cambio, conforman las esperanzas
que los clientes tienen por conseguir algo, y se producen por el efecto de una
o más de estas cuatro situaciones:
- Promesas que hace la misma
empresa acerca de los beneficios que brinda el producto o servicio.
- Experiencias de compras
anteriores.
- Opiniones
de
amistades, familiares, conocidos y líderes de opinión (p.ej.: deportistas
famosos).
- Promesas que ofrecen los
competidores.
Ante los aspectos que dependen directamente
de la empresa, ésta se encuentra con el dilema de establecer el nivel correcto de expectativas, ya que las expectativas demasiado bajas no atraen suficientes clientes; pero las expectativas demasiado altas generan clientes decepcionados luego de la compra.
Un detalle muy interesante a tener en cuenta
es que la disminución en los índices
de satisfacción del cliente no
siempre está asociada a una disminución en la calidad de los productos o
servicios; en muchos casos, es el resultado de un aumento en las expectativas
del cliente, algo atribuible a las actividades de marketing.
Decálogo
de la Satisfacción del Cliente
Alcanzar la satisfacción de los clientes es uno de los factores críticos para toda organización que pretenda diferenciarse
de sus competidores y obtener mejores resultados en el negocio.
Seguidamente se presenta un decálogo de ideas
para meditar:
1. Compromiso con un servicio de calidad: toda persona de la organización tiene casi la obligación de crear una
experiencia positiva para los clientes.
2. Conocimiento del propio producto o servicio: transmitir claramente conocimientos de interés para el cliente acerca
de las características del propio producto o servicio ayuda a ganar la
confianza de éste.
3. Conocimiento de los propios clientes: aprender todo lo que resulte posible acerca de los clientes para que se
pueda enfocar el producto o servicio a sus necesidades y requerimientos.
4. Tratar a las personas con respeto y cortesía: cada contacto con el cliente deja una impresión, sin importar el medio
utilizado (e-mail, teléfono, personalmente, etc.). Esta impresión debe denotar
siempre corrección en el trato.
5. Nunca se debe discutir con un cliente: desde luego que no siempre tiene la razón, pero el esfuerzo debe
orientarse a recomponer la situación. Muchos estudios demuestran que 7 de cada
10 clientes harían negocios nuevamente con las empresas que resuelven un
problema a su favor.
6. No hacer esperar a un cliente: los clientes
buscan una rápida respuesta, por lo que es fundamental tratar ágilmente las
comunicaciones y la toma de decisiones.
7. Dar siempre lo prometido: una falla en
este aspecto genera pérdida de credibilidad y de clientes. Si resulta
inevitable un incumplimiento, se debe pedir disculpas y ofrecer alguna
compensación.
8. Asumir que los clientes dicen la verdad: aunque en ciertas ocasiones parezca que los clientes están mintiendo,
siempre se les debe dar el beneficio de la duda.
9. Enfocarse en hacer clientes antes que ventas: mantener un cliente es más importante que cerrar una venta. Está
comprobado que cuesta seis veces más generar un cliente nuevo que mantener a
los existentes.
10. La compra debe ser fácil: la experiencia
de compra en el punto de venta, página web, catálogo, etc., debe ser lo más fácil
posible, y debe ayudar a los clientes a encontrar lo que estás buscando.
Contáctenos:
E-mail: ayc@ayc-investigacion.net
Website: www.ayc-investigacion.net
Telf.: (511) 571 3441, Cel. 980201360, 955099996, 980524679
"Cuando Ud. reciba su trabajo de investigación, no solo recibirá un informe, recibirá la solución y las respuestas que buscaba"
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